La propuesta responde a un sistema adaptable y abierto que articula el volumen edificatorio a partir de
dos órdenes de sustracción. Un primer orden de escala urbana, que genera vacíos en el centro de la
parcela y que permite dotar de ventilación natural y vegetación de gran porte sobre sustrato permeable
al bajo rasante. Un segundo orden de escala arquitectónica permite articular las diferentes alturas
normativas con coherencia formal, fragmentando la presencia de los frentes construidos y dotando a las
crujías de permeabilidad y discontinuidad.
Esta organización formal y funcional dota de apertura a dos fachadas para cada unidad de vivienda,
disponiendo los estares en esquina y las cocinas exteriores con salida a los tendederos. Estas aperturas
potencian las visiones diagonales generando una envolvente optimizada que permite obtener viviendas con
ventilación cruzada y zonas comunes iluminadas.
En el interior del conjunto un volumen envuelto en fábrica de ladrillo visto y celosías alberga los
espacios de relación y convivencia a modo de calles en el aire con iluminación natural evitando las
zonas de circulación oscuras.
Desde el punto de vista material, se propone la utilización de una envolvente a modo de forro climático
continuo y variable que permite una estanqueidad y continuidad de los aislamientos total.
El primer plano del volumen arquitectónico se resuelve con fachada tipo SATE articulada en bandas
verticales con modulación de paños cortos y huecos de proporción vertical y cuadrada en esquinas. Estos
se dotan de protección solar mediante persianas replegables en cajón aislado.
El segundo plano se resuelve mediante celosías permeables de ladrillo para ocultación de vistas de los
tendederos, lo que genera una gama de texturas y oscurecimiento controlados.
La planta baja se resuelve a modo de zócalo inferior de ladrillo, con aparejos en arpada, donde se
localizan el acceso principal al interior de la urbanización y las viviendas para personas de movilidad
reducida.
El proyecto cuenta con 82 viviendas repartidas en planta baja, 5 plantas de piso y planta ático. El bajo
rasante se resuelve en una única planta en la que se ubica la dotación de aparcamiento e instalaciones
necesarias, con un total de 82 plazas y 82 trasteros vinculados a las viviendas, más una plaza adicional
para el local comercial ubicado en planta baja, con arbolado y abundante luz y ventilación natural.
La sostenibilidad de las viviendas queda garantizada con estrategias pasivas, una envolvente de baja
transmitancia térmica, ventilación con recuperación de calor, e instalaciones de ACS y climatización
mediante aerotermia, lo que arroja una letra A en el certificado de eficiencia energética.